Practicar deportes, estar en movimiento, ser parte de un equipo. Son temas que inundan de sueños a los pibes que lo intentan a diario. El amor por los colores preferidos y el sacrificio por lograrlo los hace cada vez más grandes. Claro que también para llegar a eso muchas veces hay que dejar no solo el alma en el terreno de juego sino también "exponer" el cuerpo. Los pibes de las categorías menores de Italiana Rugby durante el fin de semana próximo pasado tuvieron una misión complicada. En pleno partido del plantel superior con Cotton de Villa Angela, alguién metió un zapatazo y la OVALADA salió del terreno de juego. Pasó el tejido y cayó en un campo lindero que en tiempos que corren (lluvias permanentes) sirve para para que los pastizales hagan parecer el sector como una verdadera selva. Los "changuitos" se metieron al mismo, alentados por los más grandes, y luego de lidiar con las ramas, chinchillas y cadillos lograron el objetivo. Había que recuperar el balón a toda costa, no fue sencillo el asunto pero cumplieron la MISIÓN...eso se llama AMOR AL DEPORTE, AMOR AL RUGBY.